Dedicatorias-selec

A Radio 2

La pieza, dedicada desde su título a las personas con las que tuve el honor de trabajar y que hicieron posible Radio 2 -la actual Radio Clásica de RNE-, emplea la grabación en estudio de una pieza fonético-coral que compuse a mediados de los años 80 para ser interpretada por todos los miembros de su redacción de entonces -como así ocurrió, bajo la dirección del fallecido Miguel Alonso y con Ricardo Bellés como solista-; también incorpora fragmentos de otra obra breve, titulada Radio 2, realizada para el XXX Aniversario de la emisora. Sin duda tanto Miguel como Ricardo son, por tantas razones de complicidad, destacados con nombre propio entre todos esos dedicatarios nada anónimos.

Eros & Tánatos: Adriana in Adrianopoli

Una batalla fingida electrónicamente con ayuda de bucles de sonido, que acompaña a fragmentos de “Il bombardamento di Adrianopoli, parole in liberta de F.T. Marinetti”, se convierte en un tórrido encuentro con Adriana, nombre también fingido aunque no imposible. La referencia lejana procede del sampler de Sergio Messina, a quien por supuesto dedico la pieza por inspirarme en la distancia con su pieza “Marinectric”. Pero también al gran Carles Santos, en cuya obra el sexo era tan importante, según él mismo declaraba.

The Unanswered Question (Ars Acustica)

Dedicada a Ars Acustica, “with Charles Ives questioning / preguntando”. Es un pequeño homenaje al grupo, en el que varios de sus miembros más activos se esfuerzan por responder, sin lograrlo, a la pregunta “¿Qué es Ars Acustica?”. Una constante en la existencia del grupo, su voluntaria indefinición estética, se emplea aquí como motor que da contenido a la pieza.
La trompeta que enuncia “la pregunta sin respuesta” en la obra homónima de Ives aparece al comienzo, como una cita algo enrarecida, y se repite al final presentada con test-tonos afinados al efecto, casi formando el indicativo de una emisora inexistente o ya desaparecida. Se dejan oír también breves fragmentos de audio de dos relevantes proyectos del grupo: Relay Race y Horizontal Radio.

Atelier LUGAN

En 1986 realizaba con Francisco Felipe una visita al taller de esculturas de LUGAN, incluida en un programa de Ars Sonora. LUGAN fue uno de los pioneros españoles del arte electrónico. En sus esculturas buscaba la participación del espectador. Por eso, nosotros hicimos ese día con él una improvisación con los sonidos que de ellas pueden obtenerse, cosa que aquí se recoge junto a otros materiales extraídos de sus piezas; entre ellos, la voz de Lily Greenham, tan admirada por el dedicatario, que no puede ser otro que el referido autor.

Cage in Ryoanji

En Enero de 1991 entrevisté a John Cage con motivo de una exposición que él inauguraba en Barcelona. Habló de sus dibujos hechos con los contornos de quince piedras -tantas como hay en el jardín de Ryoanji, en Japón- que disponía por la superficie del papel con ayuda del I Ching. Dada la imperfección de la grabación, he querido trabajar con ella como viniendo de una época muy lejana. He colocado además el sonido del trazo de escribir los números del uno al quince, sobre los cuales el oyente bien podría superponer como acción en vivo el sonido de la caída una tras otra de quince pequeñas piedras a su elección sobre cualquier superficie plana. Dedicada por supuesto a Cage, in memoriam, pero con agradecimiento a Gloria Moure, que tanto ayudó a la realización de la entrevista y que, sobre todo, hizo posible aquella muestra.

Coral hablado

Como uno de los tres miembros fundadores de Zaj, Ramón Barce intervino en una mesa redonda en 2004, año en que se conmemoraba el 40 aniversario del grupo de vanguardia español más importante del siglo XX. Ante los asistentes explicó cómo fueron esas primeras actividades en Madrid, en las que junto a él intervenían Juan Hidalgo y Walter Marchetti. A partir de esa grabación se construye este “Coral hablado”, dedicado in memoriam al compositor madrileño, que emplea en su título y parcialmente en su desarrollo el de una obra que Barce realizó para tres recitadores. Se trata también aquí de un ejercicio de síntesis de contenidos, no exento del sentido del humor propio del citado autor. Con él, son asimismo dedicatarios de la pieza los citados Hidalgo y Marchetti, por obvias razones.

Dead in Translation (Brando en París)

El cine no puede ofrecer la misma escena cuatro veces, superpuestas y en un minuto. El sonido sí, y ello tiene implicaciones narrativas evidentes. Entre otras cosas, se pone de manifiesto la tensión que siempre se produce y tantas veces se obvia entre lo que se ve y lo que se oye. Se emplea aqui como objeto el audio de la versión original y de tres doblajes -en alemán, español y francés- de la última escena de “El último tango en París”, de Bernardo Bertolucci.
La pieza está dedicada a Isidoro Valcárcel Medina, porque de él aprendí que se puede hacer arte sonoro y, en concreto, radioarte, con un film. Quiero hacer dedicatario también al cineasta Javier Aguirre, dado el carácter experimental de su trabajo: tanto que, en algunos de sus proyectos, ha privilegiado lo sonoro frente a lo visual, justo como yo hago aquí.

Elogio del Laberinto

Jorge Luis Borges evoca el laberinto, pero su relato aparece troceado. En un parque, rodeado de niños que juegan, un babélico GPS le da instrucciones para recorrer, acechado por sonidos electrónicos diversos, ese otro laberinto que nos rodea sin que lo veamos: el de las señales de telecomunicación. La pieza está dedicada a Pinotto Fava y a Eduardo Polonio, amantes y practicantes -cada uno a su manera- del concepto “multicódigo”.

Figuras goyescas

En 1991 Luc Ferrari realizó, producida por Ars Sonora, su famosa y premiada obra radiofónica “L’Escalier des Aveugles”. La secuencia inicial se desarrollaba como un encuentro del autor en la citada escalinata madrileña con una joven -Ana Malaver-. Más de diez años después, y con producción, no ya mía, sino de Miguel Álvarez-Fernández, él y Ferrari volvieron a recorrer micro en mano dicha escalinata para componer la primera pieza de otra obra en suite -“Femme descendant l’Escalier”, de resonancias duchampianas-, en la que se revisitaba la pieza inicial de la otra obra a base de incluir un fragmento de la misma en la nueva secuencia-visita.
Aquí se procede igual, pero -con el empleo de un fragmento de esa visita de Miguel y de Ferrari a la escalinata- se vuelve en realidad a otra secuencia de “L’ Escalier…”: la titulada “Sans savoir pourquoi”, que protagonizaba la actriz Izaskun Azurmendi en el Museo del Prado, ante el famoso cuadro de Goya “Los Fusilamientos del 3 de mayo”.
Es un juego de espejos porque, como en la acción seguida por Ferrari con Miguel, aquí se emplean sonidos del pasado -“L’Escalier des Aveugles”- y del presente -comentario de una guía turística ante el cuadro-, concluyendo todo con un “fusilamiento” al cuadro mismo, perpetrado por un hipotético batallón de turistas armados con sus cámaras fotográficas. (Algún tiempo después, conozco la conexión nada casual que Hito Steyerl señala entre la propaganda de la primera cámara Kodak y el Colt 45).
La pieza está dedicada a Luc Ferrari in memoriam, y a Miguel Álvarez-Fernández à coté.

Infinito

Dedicada a Concha Jerez -cuya presencia se deja sentir en tantas otras piezas de esta colección-, utiliza el sonido de una maleta caminando por el pasillo de su casa en una de sus “acciones sonoras”, las cajas de música que tanto ha empleado en performances y conciertos InterMedia -sobre las que destaca a solo la que toca la melodía “Send in the Clowns”- y la mezcla de su voz con el sonido producido por ella misma manipulando papeles en nuestra obra “Silk Storm”, junto a improvisaciones de Pedro López. Los dos textos responden a la pregunta de Esther Ferrer: “¿qué es para ti el infinito?”.

Paper Piece

Este es un encuentro con diferentes obras y artistas que emplean el papel como instrumento: los artistas son Philip Corner, Hugh Davies, Concha Jerez y, por supuesto, Ben Patterson, a quien la obra está dedicada, porque él es autor de la famosa “Paper Piece”, de la que aquí se recoge en fragmento una versión que se interpretó hace algunos años en el Centro Reina Sofía de Madrid y que yo grabé. Rompiendo el hechizo del momento, al final la tijera hace su tarea.

Radiorramón

Surge para una publicación de la Universidad Politécnica de Valencia en la que cada autor debía realizar breves piezas ilustrando sonoramente -o de modo audiovisual, lo que aquí no es el caso- una de las “greguerías onduladas” de Ramón Gómez de la Serna. Es una de las no pocas Dedicatorias que tienen a la radio, no ya sólo como lenguaje de referencia, sino como proveedora de material, pues se emplean aquí, por una parte, grabaciones que tratan de ilustrar en montaje el viaje del dirigible Graf Zeppelin en 1930 por España, guiado por emisoras de radio de la época; por otra, ese fragmento y la propia lectura de la greguería elegida se han extraído de un programa de Ars Sonora realizado en los años 90 sobre las greguerías onduladas ramonianas, que recogió el Dr. José Augusto Ventín en su libro “Radiorramonismo”. Por tan intrincado motivo él también aparece como dedicatario, aunque más en calidad “de copista”.

Tiempo dentro del tiempo

Por extraño que parezca, las campanadas suenan aquí diecisiete veces. Suena además la palabra “tiempo” leída en dieciséis idiomas por locutores virtuales. Tras la decimoséptima campanada escuchamos la voz del poeta José Ramón Ripoll leyendo un verso suyo: “Tiempo dentro del tiempo”. A él está dedicado este minuto, que es una versión acústica, de entre todas las posibles, de las implicaciones de ese verso. Pero si la obra se difundiese en vivo con la superposición del sonido del reloj de un servicio telefónico o de un reloj parlante, entonces también estaría dedicada a Esther Ferrer, performer para quien el tiempo es sustancia fundamental de su obra.

Three Automatic Readings

“Una línea de palabras que no sabe que es una línea de palabras… una línea de palabras que no sabe lo que es”. Ese simple texto, en inglés, estirado hasta 1 minuto de duración, se graba al ser leído por la voz del programa de traducción automática de Google. Las limitaciones del programa escanden la lectura y le dan intención, acento y velocidad. Es en cierto modo un “objet trouvé” informático. A él se añaden otras dos lecturas automáticas sonoras del mismo texto (una y tres lecturas, alla Kossuth!): una es la producida por un programa que lo hace sonar en código morse y la otra es el sonido de su impresión en papel. La pieza está dedicada in memoriam a José Luis Castillejo, autor lúcido de escritura no escrita, con reconocimiento en la distancia a Gertrude Stein, pues desde su obra legitima estéticamente el contenido reiterativo-autorreferente de mi texto. Pero también quiero dedicar la obra a Thamsanqa Tantjie, alucinado (falso) traductor para sordos en los funerales de Nelson Mandela, que ha mostrado -entre otras muchas cosas- hasta qué punto traductor puede ser sinónimo de traidor y de qué modo se puede hacer escritura no escrita para sordos. Y también a mi sobrina Ainoa, interesada por los idiomas y por las traducciones, a ser posible verdaderas.

Trío con piano

El origen de todo fue una botella de plástico vacía: un cuerpo sonoro que generaba unos objetos sonoros atractivos cuando se la hacía balancear sobre su base. A partir de cinco variaciones del mismo tema-acción, se planteó el diálogo con grabaciones de la pianista Ana Vega-Toscano, interpretando articulaciones distintas de la nota La. Un tambor japonés percutido sobre el parche de un timbal aporta el necesario soporte grave al trío.
Hace años, Philip Corner me enseñó que se puede hacer música manipulando del modo adecuado cualquier objeto. Dedico esta pieza a Ana Vega-Toscano tocando y a Philip Corner manipulando, y viceversa.

Wolf-Garten

Este “jardín del lobo” es también y sobre todo el jardín de Wolf -“lobo” en alemán- Vostell. A él va dedicada in memoriam esta pieza, en la que desde el título se hace referencia a su Fluxus-ópera “Garten der Lüste (El Jardín de las Delicias)”, en la que se emplea el sonido de lobos junto al de sopranos y se hace expreso uso de la “schwebung” o “battimento”, fenómeno acústico producido por sonidos de timbre similar que suenan simultáneamente a distancia de microintervalos. Ello se produce aquí al cambiar la altura hacia el agudo y el grave de la misma grabación de aullidos de lobos y lobeznos. La voz del dedicatario procede de una entrevista que me concedió en 1997 para hablar de esa obra.

Tejido silbado

“Tejido en el aire” es el título de una obra que hice en 1988 para el virtuoso silbador que era entonces Fernando Palacios. En ella se utilizaba material sonoro en cinta y tratamiento electrónico en vivo. Esa obra anduvo un tanto perdida para mí durante mucho tiempo, y al reaparecer pensé en miniaturizar la grabación que llegó a mis manos para que formase parte de la Boîte-en-valise que es a veces Dedicatorias. Sus más de ocho minutos de entonces se reducen aquí a uno. Esta pieza está dedicada, como aquella, a Fernando Palacios.